lunes, 15 de agosto de 2011

Heil Márquez

“Muchos años después, al frente del pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella remota tarde en que su padre lo llevo a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.”

Y así empieza, según mi humilde opinión, la mayor obra maestra de la literatura hispana.
Su autor, el apoteósico Gabriel García Márquez, reafirma su poderío y talento con cada obra que saca a la luz. Pero este libro... este libro tiene algo especial. Este libro te llena de magia, te deja un sabor dulcemente agridulce al terminarlo. Un recuerdo imborrable.

El libro tiene una temática más bien sencilla: Se trata de la historia, tragedias y aventurillas de la familia "Buendía" durante seis generaciones. 
Pero a ver, estamos ante una obra que ostenta el record de ser el libro editado originalmente en castellano más vendido (Nada más y nada menos que la friolera de 30 millones de copias en todo el mundo, que se dice pronto), que ha sido traducida a 35 idiomas, que ha inspirado a multitud de artistas y que ha abierto las fronteras de la literatura hispana al resto del globo. Y esque estaba claro que Gabriel, un colombiano de cara amable y bigote poblado, se guardaba algún que otro As en la manga...

En esta novela se repiten nombres, circunstancias, pero sobre todo errores. Las acciones y reacciones de los personajes muchas veces se salen de la pura lógica y el realismo mágico se huele en cada letra impresa: La enfermedad del olvido, la muerte imposible, años sin parar de llover.. Y diversas situaciones que harán las delicias de todos los lectores. Lo irreal y lo verdadero, lo cómico y lo trágico, se mezclan creando un ligero humor negro que asomará la cabeza en multitud de momentos. 

Un punto a parte se merecen los personajes de esta historia, cada cual más freak que el anterior, que se pasean a sus anchas con un carisma, unas personalidades tan marcadas y una humanización tan grande que será imposible que no olvides que toda esa buena gente no es real. 
Muy recomendable echar mano de un arbol genealógico para no perderse ya que los nombres Aureliano y Jose Arcadio serán de los pocos que usen los varones de la familia Buendía.

Llegado el momento, y cuando menos te lo esperas, sucede: Asistimos al grandioso y amargo final. Amargo, pero delicioso, al fin y al cabo. Un final que cierra un ciclo.

..."porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra"


Lo mejor: Absolutamente todo.

Lo peor: No apto para lectores primerizos.


Una obra de arte que debería estar en todas y cada una de las estanterías.

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